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Empanada gallega

7 Marzo 2011

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Esta es la semana del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Para dar sentido y valor a este día,  hemos decidido dedicar una receta a una amiga, en un momento de “hermandad”  entre mujeres. No es post feminismo, sino un recuperar  valores y derechos que son universales, como la dignidad, el respeto y la integridad física y moral, y que muchos se olvidan, considerando las ultimas cronicas de la politica italiana.
Dicho esto, quiero dedicar mi receta de mi amiga Silvia.
Conocí a Silvia en una fase de busqueda  de las tradiciones de las mujeres de mi familia que me llevó a la pasión por el bordado. He encontrado su tienda magica en Buenos Aires, donde nunca pensé encontrar este antiguo arte.
Y este lugar se ha convertido en mi refugio, lleno de tapices, hilos de colores, el té,  charlas,  y allí está Silvia.
Silvia, la amiga que se despierta a las 4 de la mañana para llevarte al aeropuerto, que cierra el negocio si alguno de nosotros amigos se enferma , que escucha nuestra quejas diarias  cuando ella está pasando por las pruebas más difíciles que la vida le ha asignado.  
Ella me dio esta receta que viene de sus orígenes gallegas. Galicia, mezcla de tierra y  mar y  cielo amenazante y misterioso,  tierra de inmigrantes, muchos, tantos que en Argentina gallego es sinónimo de  español. 
Silvia me dijo que los campesinos se llevaban  para trabajar en los campos  este pan relleno de atún, bonito o mejor, de caballa, con huevo,  verduras y era la comida de todo el día  para comer con las manos. 
Esta vez no usé el atún, la caballa, pero, con la esperanza de que nuestra codicia humana ahora no ponga en peligro también esta especie.

Ingredientes

Para la masa:

  • 500 g de harina sin gluten (o la combinación de los siguientes 240 gramos de almidón de maíz (*), 200 gramos de leche en polvo (*), 120 gramos de fécula de mandioca (o yuca) (*)) 
  • 2 huevos 
  • 80 g de mantequilla 
  • Sal

Para el relleno:

  • 300 g de cebolla 
  • 300 gramos de pimiento rojo y verde 
  • 1 tomate 
  • 1 cucharadita de azúcar 
  • 1 cucharadita de sal 
  • Aceite de oliva
  • 250 gramos de caballa en aceite 
  • 2 huevos duros 
  • Un puñado de aceitunas verdes 
  • 1 huevo para pincelar la empanada 

Preparar la masa:
Formar una corona con la harina sin gluten y el centro poner los huevos, la mantequilla derretida y la sal. Combine todos los ingredientes poco a poco para formar una masa elástica, si es necesario agregar un poco de agua.
Si utiliza la mezcla de harina que se describe arriba , mejor  añadir una cucharada de goma xantana a la mezcla o preparar una chuño, obtenido disolviendo 2 cucharadas de fécula de mandioca en 200 cc de agua  y  llevandolos a fuego medio, revolviendo hasta que forme un engrudo transparente. Cuando está tibio se vierte en el centro del círculo de harina y se amasa junto con los otros ingredientes.
Poner la masa en un bol, cubrir con un paño y dejar reposar media hora.

Preparar el relleno:
Lavar y limpiar las verduras, cortar y rehogar con aceite. Agregue el azúcar y la sal.
Cuando las verduras estén cocidas, vierta en la caballa drenado el aceite de conservación, los huevos duros cortados en cuartos y las aceitunas, mezclar bien y dejar enfriar.

Preparar la empanada
Dividir la masa en dos partes, una un poco más grande, y  extenderla fina con un palo de amasar sobre una superficie ligeramente enharinada.
Engrasar un molde para hornear (si se puede abrir, mejor) con un poco de aceite y cubrir con la pasta dejando los bordes altos.
Vierta el preparado con la caballa.
Extender la otra porción de masa y cubrir con la pasta de relleno. Pinche la parte superior con un tenedor y un cepillar con huevo batido.
Hornee a 200 grados 30 minutos, hasta que la superficie esté dorada.

EMPANADAS GALLEGAS

Questa é la settimana dell ‘8 marzo, festa della donna. Per ridare significato e valore a a questa giornata abbiamo pensato di dedicare una ricetta a un’amica, a un momento di “sorrelanza” e comunitá tra donne. E non é vetero feminismo, ma un riprenderci valori e diritti che sono universali, come la dignitá, il rispetto e l’integritá física e morale.
Detto questo, dedico la mia ricetta alla mia amica Silvia.
Ho conosciuto Silvia in una fase di ricerca delle origini e delle tradizioni delle donne della mia famiglia che mi ha portato alla passione per il ricamo. Ho trovato il suo negozio mágicamente a Buenos Aires, dove mai avrei pensato di trovare questa arte antica.
Ed é diventato il mio rifugio, pieno di arazzi, fili colorati, di té, di chiacchere e lí c’ é Silvia.
Silvia, l’amica che si sveglia alle 4 del mattino per portarti all’aeroporto, che chiude il negozio se qualcuna di noi amiche sta male, che ascolta le tue paturnie quando lei sta vivendo le prove durissime che la vita le affidato. Silvia, solare e saggia.
Lei mi ha passato questa ricetta che arriva dalle sue origini gallegas, della Galicia, terra aspra e cantábrica, mescola di mare e terra, cielo minaccioso e misterioso e terra di emigranti, tanti, cosí tanti che in Argentino gallego é sinónimo di spagnolo.
Silvia mi raccontava che i contadini si portavano a lavorare nei campi questo pane (empanada) ripieno con tonno, o meglio il bonito, o sgombro, uovo, verdure che era il pranzo di tutta la giornata e doveva essere mangiato con le mani.
Io non ho usato il tonno, ma lo sgombro, nella speranza che la nostra ingordigia umana adesso non metta a repentaglio anche questa specie.

La ricetta la trovate sul mio BLOG GLU-FRI DONNE SUL WEB

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